Todas las personas que desarrollan actividades económicas en México se convierten automáticamente en contribuyentes al Servicio de Administración Tributaria (SAT) por ese simple motivo, pues los ingresos que se perciben por un salario o las ganancias de emprendimientos suponen obligaciones fiscales al erario público por lo que es necesario pagar impuestos.
A la entidad recaudadora de esas tributaciones, que emana de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se le tiene que rendir cuentas, no sólo de lo que ganas de sueldo u otros ingresos, sino también de los gastos que haces a lo largo del ejercicio fiscal.
Pero es importante que sepas, además, que el fisco debe comprobar que los datos sean congruentes, pues si percibe que tienes más erogaciones que ingresos reportados, podrá sacar sus conclusiones y comenzar un procedimiento de discrepancia fiscal, asumiendo que, si gastas más de lo que dices que ganas, entonces habrá otros recursos económicos por los cuales no le has notificado y por los que también deberás pagar impuestos.
Esto lo determina la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), que en su Artículo 91 establece que los contribuyentes en su calidad de personas físicas pueden ser sujetos a dicho análisis de la autoridad fiscal para verificar si son correctas las cantidades declaradas.
En caso de encontrarse con que, efectivamente, se trate de una discrepancia fiscal; el organismo deberá ponerse en contacto con la persona física por medio de su Buzón Tributario y enviarle una notificación.
En el documento que se le haga llegar al documento se encontrará información como el monto total de las erogaciones registradas, los datos empleados, el medio a través del cual fueron recopilados y el mecanismo con el que se ha determinado que se trata de un caso de discrepancia entre los ingresos y gastos del contribuyente.
Una vez se haga de conocimiento del contribuyente, éste dispondrá de 20 días para responder a la acusación de la autoridad y desvirtuar por medio de tus comprobantes el señalamiento y aclarar el asunto.
Es por todo esto que es necesario llevar en orden tus finanzas personales y poner especial cuidado en la administración de tus cuentas bancarias, así como tener cuidado con las donaciones que se hacen a familiares.
Es por eso que acciones aparentemente inocentes, como el prestar tu tarjeta de crédito a un pariente o amigo para que aproveche una promoción a meses sin intereses, por ejemplo, que al cabo de un año puede resultar en que parezca que gastaras más dinero del que ganaste y el SAT quiera investigar eso recurriendo a echarle un ojo a tus expedientes, documentación y otras bases de datos o consultando la información que le proporcionen terceros u otras dependencias.
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